Hace varios años la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso tomó la decisión de
autoimponerse los más altos estándares de rigurosidad y cumplimiento del marco
normativo que le es aplicable, así como el respecto de los principios éticos que inspiran
sus  actividades y procesos,  colocando un especial énfasis en el control preventivo de los
riesgos asociados a sus actuaciones.

Conforme con su misión y estatutos generales, la Universidad fomenta de manera
permanente  una cultura institucional de aseguramiento permanente de la calidad,
caracterizada por la integridad, transparencia, responsabilidad social y el cumplimiento
normativo. 

En la actualidad, con la entrada en vigencia de la Ley N° 21.595 sobre Delitos Económicos,
la implementación adecuada y efectiva del modelo de prevención de delitos resulta una
exigencia, para la que la Universidad se ha preparado debidamente, perfeccionando sus
protocolos, procedimientos y políticas internas, con el objetivo de contar con una 
estructura organizacional que se ajusta a las exigencias legales y éticas  que le resultan
aplicables.

La Universidad cuenta con un Manual de Prevención de delitos y fraude interno, el que
es aplicable a todos los miembros de la comunidad universitaria, incluidos los académicos,
investigadores, personal de administración y servicios y a todos quienes, a cualquier título,
desarrollen actividades en sus distintas unidades, centros y sedes. Dicho Manual se
encuentra en permanente revisión y actualización, a fin de responder a las realidades y
riesgos penales actuales. Asimismo, a raíz de la importante ampliación de delitos
susceptibles de generar responsabilidad penal a las personas jurídicas, que introduce la

Ley de Delitos Económicos, se está trabajando en las adecuaciones pertinentes para
enfrentar de la mejor forma este nuevo escenario jurídico.
Como Rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, me complace poder
informar a toda nuestra comunidad respecto de los relevantes esfuerzos que se llevan
adelante para contar con un modelo preventivo eficaz, de manera de asegurar el
cumplimiento de nuestras labores con un máximo de eficacia y apegos a la normativa
vigente.